Por fin.
Ya han hecho acto de presencia los gavilanes en la Sierra litoral, fieles a su bebedero. O, al menos, es la primera vez que los veo en este otoño.
Además de un poco de lo habitual, el espectáculo ofrecido por el macho durante mucho tiempo en el charco, es digno de admirar. La hembra, mientras, estuvo posada en una rama de pino encima del hide (agachándome podía verle la cola, el vientre y el pecho) y, después, se puso en el posadero sólo un ratito.
Conclusión: visto que éstos no quieren saber nada de mi bebedero, voy a tener que volver a acarrear agua para el charco. Me fastidia porque los jabalíes (que hay y muchos por la zona) se aprovechan de ello...
Además, este ejemplar de macho de Verdecillo (Serinus serinus) que, como bien me han ilustrado Ángel y Fran (gracias), luce un plumaje excepcionalmente vistoso para estas fechas, habiendo mucha variabilidad individual en el patrón de coloración de cabeza y rostro, hasta el punto de que hay algunas aves adultas que se pueden quedar sin sexar.
Ya han hecho acto de presencia los gavilanes en la Sierra litoral, fieles a su bebedero. O, al menos, es la primera vez que los veo en este otoño.
Además de un poco de lo habitual, el espectáculo ofrecido por el macho durante mucho tiempo en el charco, es digno de admirar. La hembra, mientras, estuvo posada en una rama de pino encima del hide (agachándome podía verle la cola, el vientre y el pecho) y, después, se puso en el posadero sólo un ratito.
Conclusión: visto que éstos no quieren saber nada de mi bebedero, voy a tener que volver a acarrear agua para el charco. Me fastidia porque los jabalíes (que hay y muchos por la zona) se aprovechan de ello...
Además, este ejemplar de macho de Verdecillo (Serinus serinus) que, como bien me han ilustrado Ángel y Fran (gracias), luce un plumaje excepcionalmente vistoso para estas fechas, habiendo mucha variabilidad individual en el patrón de coloración de cabeza y rostro, hasta el punto de que hay algunas aves adultas que se pueden quedar sin sexar.
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