Sin
duda, los amaneceres veraniegos trastocan las identidades. Ocurre a
menudo en los llamados seres humanos (ésos de dos patas y una neurona
sin garantía de postventa).
¿Por qué no a los pájaros?. Creo que
éste mirlo joven ha debido ver por algún lado a varias especies y ha
adoptado un poco de las características de cada una: del pechiazul, las
alas caídas; del alzacola, la cola enhiesta; de la avutarda, el
glamuroso plumón de las infracoberteras, y de su especie la gracia
innata que los distingue.
Y es que todo es tan sencillo.... cuando se quiere ver así....
Mirlo común, juvenil.
Los Belones 31-7-2010
Saludos.
Antonio.
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